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“El ÚNICO experto absoluto e infalible en endocrinología es tu cerebro. Él es capaz de hacer todo sin ayuda. Lo único que necesitas es entender qué necesita y él se encargará de funcionar a la perfección. Y ese “qué” está al alcance de cualquiera y es tu derecho. No necesitas un doctorado para aprenderlo y actuar.”
Ximena de la Serna, NTPD
“Nunca nadie me dijo que la comida basura era mala. Cuatro años de carrera en medicina y cuatro años de prácticas y residencia y nunca me imaginé que comer pastas, donuts, patatas, pan y dulces me pudiera hacer ningún daño”
Dr. Robert Atkins
Demasiadas mujeres estamos sufriendo de problemas y desajustes hormonales. Demasiadas estamos buscando ayuda en los lugares equivocados y recibiendo consejos anticuados y/o sin fundamento que resultan más dañinos. Y muchas veces los estamos recibiendo de aquellos mismos expertos a los que confiamos nuestra salud.
El problema empieza porque no recibimos una educación básica e indispensable sobre nuestra salud. Esto debería ser un derecho universal. Si conocemos los mecanismos de nuestro organismo – ¡y no necesitamos estudiar años para comprender sus funciones básicas! – entonces podemos tener una relación ACTIVA con nuestra salud y nuestros médicos. Si hiciéramos esto evitaríamos tener que depender ciegamente de médicos que también son humanos, que no lo saben todo y que nunca van a conocer tu cuerpo como tú.
Cuando comprendemos cómo funcionan estos mecanismos entonces, en primer lugar, no necesitamos tener que acudir tantísimo a los doctores y, en las pocas ocasiones en las que haga falta, podremos trabajar MANO A MANO con ellos de manera activa, y no pasiva, para recobrar el equilibrio!
En gran medida la medicina occidental a la que estamos acostumbrados, se enfoca en tratar los síntomas de nuestras enfermedades y desajustes en lugar de buscar la causa del problema para ponerle solución a la raíz.
Mi historia. Cómo llegué hasta aquí y por qué puedo ayudarte

Esta es mi historia. Es muy posible que te sientas identificada ya que, a día de hoy, es casi una plaga.
En el invierno de mis 13 años, revisando unas fotos de un viaje, mi madre y yo nos dimos cuenta de que tenía zonas del cabello que estaban clareando.
Una de mis grandes características de niña era la increíble cantidad de pelo que tenía y esto no era normal. Afortunadamente mi madre tomó acción inmediata y me llevó a la dermatóloga.
Unos días después tenía el diagnóstico de alopecia androgenética.
Con 13 años me pusieron en la píldora más agresiva que había en el momento y me recetaron antiandrógenos.
El hecho de que a una niña de 13 años, con un sistema endocrino aun por desarrollar, se la ponga en tratamiento hormonal y bloqueadores de hormonas es algo que hasta hoy no entiendo. Y me ha causado mucha rabia y dolor al pensar en el daño irreversible que aquellos expertos en los que confiamos me causaron.
Aquí empezó mi ‘aventura’ de 20 años con desajustes hormonales que se pudieron haber solucionado de manera sencilla si hubiera sabido entonces lo que sé hoy!
No fue hasta que cumplí 27 años que se me diagnosticó finalmente Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). En ese momento decidí empezar a estudiar las hormonas, endocrinología, genética y nutrición.
A mis 33 años, sabiendo ya lo suficiente de la REALIDAD del SOP, decidí usarme a mi misma como conejillo de indias. Y ocurrió lo que me habían dicho imposible: Me curé.
Me declararon libre de SOP tras solo 6 meses de haber dejado toda la fuerte medicación que tomé durante tantos años y que me traté a mi misma con el mismo protocolo nutricional con el que ayudo hoy a decenas de mujeres a solucionar sus problemas hormonales, de fertilidad, de libido, de ciclos…
¡6 meses! ¡Sin medicación! ¡Cuando en la consulta del doctor te aseguran que el SOP es incurable y de por vida y te llenan de miedo hablándote de cáncer, infertilidad, diabetes, infartos…!
En esta historia he visto y veo cada día como muchas personas aun se sienten escépticas hacia los tratamientos sin medicación. Y es que piensan “Cómo es posible que algo tan aparentemente simple como la comida vaya a tener un impacto significativo en mi enfermedad?”
Te ha pasado alguna vez? A mi también! Pero ahora ya sabemos la verdad. Y ese escepticismo solo surge porque se nos ha hecho creer que somos organismos imperfectos que necesitamos de muchas medicaciones y tratamientos para sanar todas las enfermedades a las que estamos destinados.
Si esto fuera así, cómo es que el Ser Humano como especie ha llegado hasta hoy sin “ayuda” de todas esas cosas?
Tantas mujeres me escriben cad día con mensajes como:
“Estoy cansada de luchar contra mi cuerpo”
“Siento que voy a perder la batalla contra mis hormonas”
“Ya he probado toda medicina, píldora anticonceptiva, tratamiento médico y hasta cirugía y nada me alivia”.
Amiga… es porque hasta ahora solo habías estado tratando los SÍNTOMAS en lugar de la causa!
- Se te cae el pelo: usas medicamentos para detenerlo
- Tienes acné: usas medicamentos para detenerlo
- Tienes periodos abundantes: usas medicamentos para detenerlo
- No tienes periodos: usas medicamentos para ‘recuperarlo’
- Tienes ciclos dolorosos y SPM intenso: usas medicamentos para detenerlo
- No tienes libido: usas medicamentos para ‘recuperarlo’
- Tienes infertilidad: usas medicamentos para detenerlo
- Abortos espontáneos contínuos: usas medicamentos para detenerlo
- Subes de peso sin explicación: usas medicamentos para detenerlo
Y así con un largo etcétera. Todos esos son SÍNTOMAS y si no tratas la raíz (la razón hormonal) no se van a ir a ningún lado.
Y solucionar la razón hormonal es lo que yo hice, y te ayudo a hacer, con cada comida de cada día. Porque
la comida no es solo combustible. La comida es un mensajero cargado de información genética y órdenes fisiológicas que se activan en tu organismo cuando comes.
Es lo que se llama la epigenética y es lo que te hace enfermar o sanar. (Puedes leer mucho más de esto aquí)
¿Te has visto reflejada en este corto resumen de mis historia? Te han recetado o conoces a alguien a quien le han recetado la píldora y otras medicaciones hormonales para “regular” periodos o problemas hormonales?
Amiga, hay algo que no nos cuentan y es que la píldora no regula nada. Tan solo suprime, ‘apaga’ tu sistema hormonal para que dejes de sentir los síntomas de la enfermedad que tienes o se está desarrollando en ti. Pero la enfermedad sigue adelante.
La ÚNICA manera de que tu sistema endocrino (tus hormonas) se regulen es que sea tu propio cuerpo el que haga el trabajo. Tú solo tienes que aprender lo que necesita y lo que estás haciendo que le hace daño y tomar acción para solucionarlo. Y él hará el trabajo para el que está genéticamente diseñado.
Y es la comida el elemento que empieza a generar los cambios necesarios para lograr ese equilibrio que le permite a tu cuerpo actuar y sanar.
Debes tomar responsabilidad de tu salud y de que tu salud (o enfermedad) no es, en 98% de los casos, algo inevitable que te ha tocado vivir, si no que es a través de lo que pones en tu boca, en tu piel y en tu día a día que tu salud, o enfermedad, ocurren. TÚ eres la única que puede mantener tus hormonas a salvo.
¡Pero hasta ahora no era tu culpa porque no lo sabías y aquellos que deberían haberte informado bien no lo hicieron! (Seguramente también por desconocimiento o información de poca calidad). Con este conocimiento AHORA y mi ayuda como terapeuta nutricional, ¡ahora estás en el camino correcto!
El protocolo que nace de mi historia
Mi protocolo es sencillo de entender, aprender y seguir y tiene 4 pasos:
- Arreglar tu alimentación para deshacerte del exceso de insulina y los anti-nutrientes y reacciones a ciertos alimentos que son el desencadenante de los problemas hormonales
- Solucionar el estrés que altera tus hormonas con técnicas sencillas y fáciles de llevar a cabo
- Limpiar tu cuerpo de las toxinas en tu comida, productos de belleza y de aseo (detox)
- Entender y conocer tus ciclos femeninos con el MCF para poder apoyarlos y aprovechar la energía de cada fase en tu vida
La respuesta a mi problema. Y al tuyo
Una vez que empecé a trabajar JUNTO a mi cuerpo en vez de LUCHAR contra él (un sinsentido porque tu cuerpo QUIERE estar sano incluso más que tú misma ya que es su PRINCIPAL meta genética), empecé a sanar y sané en meses lo que la medicación no hizo en 20 años.
Entendí que no soy una víctima de mi cuerpo y que no tengo que dominarlo. Él es mi mejor aliado, ¡igual que el tuyo!
Finalmente había entendido que trabajando mano a mano con mis hormonas y apoyándolas cada día con mi alimentación y mi estilo de vida, ellas solitas recuperarían la armonía y mi enfermedad se iría. Esa es la belleza de la genética.
Esto no es una pastilla mágica ni una sanción milagro instantánea. Esto es un cambio de perspectiva y de vida, ha sido como volver a nacer y ver y vivir la vida de una manera tan diferente e INCREÍBLEMENTE mejor de lo que era antes!
Y lo mejor es que una vez equilibrado el sistema, puedo continuar apoyando del mismo modo a mis hormonas y manteniendo la salud y previniendo nuevas enfermedades y recaídas en el futuro.
¡Y esto funciona igual en todas nosotras! Por eso, gracias a mi historia y lo que me enseñó y llevó a estudiar y crear, hoy puedo ayudarte A TI a lograr lo mismo (aprende aquí más sobre qué es exactamente la Terapia Nutricional y cuáles son mis acreditaciones profesionales en ella que me permiten ayudarte).
¡Bienvenida a la Tribu Funcional keto Evolucionada!
¡Quiero saber más, Ximena!
¡Estoy aquí para ayudarte!
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¿Qué es la Terapia Nutricional exactamente (y qué no es) y qué acreditaciones tengo? Aprende todo sobre esta fascinante ciencia aquí.
Contáctame en Ximena@functionalfemaleforce.com si necesitas mi ayuda personal y quieres seguir el protocolo de sanación hormonal conmigo y mi ayuda!

